lunes, 25 de mayo de 2009

Pros y contras de la tecnología sin cables en la práctica médica


La tecnología 'wireless' o sin cables está revolucionando la práctica médica. Por este motivo, un estudio aparecido en 'The Journal of the American Medical Association' ('JAMA') analiza sus posibles aplicaciones y sus riesgos, como el que se produzcan interferencias entre los distintos dispositivos electrónicos.
"Desde la consulta del médico al quirófano, la tecnología 'wireless' cuenta con un gran potencial", apuntan Binita S. Ashar y Ann Ferriter, procedentes del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH, sus siglas en inglés), que pertenece a la agencia estadounidense del medicamento (FDA).



Virtudes


Aunque se asemeja a los códigos de barras, ya que requiere un lector y una serie de etiquetas 'inteligentes', esta tecnología resulta más funcional. Las expertas de la FDA sostienen que con ella se puede manejar una mayor cantidad de información y captar varias etiquetas a la vez. Todo sin necesidad de estar próximo al dispositivo encargado de leer y procesar los datos.
En el campo de la salud, la RFID se podría utilizar básicamente en dos ámbitos: para controlar los fármacos o los instrumentos médicos, de forma que se asegure "que el paciente reciba el tratamiento correcto y con puntualidad"; y para captar una multitud de datos y ofrecer la información necesaria.
Actualmente, la radiofrecuencia ya se emplea, o se va a hacer en breve, para identificar a los enfermos e impedir que haya confusiones con las terapias; buscar equipos o recursos, como la silla de ruedas más cercana o un determinado fármaco; o almacenar en un microchip el historial del paciente.
Dentro de sus usos potenciales, el artículo también menciona la posibilidad de captar la información generada en las distintas pruebas médicas (tensión arterial, frecuencia cardiaca…) o localizar los recursos de emergencias de una manera rápida y eficaz.
La FDA ha dado su visto bueno para que este tipo de tecnología esté presente, entre otros, en los equipos de navegación para la ortopedia; los receptores y transmisores de la identidad de los enfermos; el acceso a bases de datos con el historial de los mismos o en los sistemas 'wireless' de medición de la tensión arterial.



Falta de confidencialidad y otros riesgos


Aunque sus virtudes parecen claras, son varios los sectores que desde hace tiempo se oponen al uso de la radiofrecuencia en el campo de la medicina. Estas voces alegan la falta de confidencialidad, el alto coste o los posibles riesgos de las ondas electromagnéticas sobre la salud.
Las firmantes del documento no hacen referencia a ninguno de estos motivos y sólo mencionan que esta tecnología wireless puede causar interferencias con los dispositivos médicos.
Tal y como refleja la FDA, en un boceto de lo que serán las guías sobre el uso de la RFID, se han detectado algunos casos en los que las ondas se han cruzado con algún instrumento médico.
Por ejemplo, durante una endoscopia el sistema de posicionamiento se movió debido a una interferencia provocada por un micrófono 'wireless'. Y en una revisión de un estimulador cerebral interno éste se reprogramó de manera no intencionada y el paciente sufrió un temblor de cinco minutos.
También se han detectado casos de interferencias por una PDA o entre un reproductor de CD y un electrocardiograma, según enumera el comentario aparecido en 'JAMA'.
Por todo esto, antes de implantar la tecnología sin cable, las especialistas recomiendan revisar el entorno y la exposición de los pacientes así como ser capaces de prevenir y reconocer una posible interferencia, de la que siempre debe informarse a la FDA.
"La CDRH está trabajando para asegurar que los avances en los dispositivos médicos que promueven el cuidado de cada paciente y la salud pública sean seguros y efectivos", concluyen las autoras.

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